Como hemos ya dicho, la cultura de los jóvenes de hoy está marcada por la computadora y por el audiovisual. Prefieren una percepción global experiencial. El gustar antes de comprender y de aprender. Ver antes que entender. Están sobresaturados de información incomprensible para el adulto, pero es con ella con la que tenemos que dialogar. De repente regresa lo sagrado, lo divino, pero no Dios , ¿cómo hablar de Dios en este contexto?. El último sentido de la vida y del hombre es su sentido integral. Pero la juventud actual europea no tiene la posibilidad de sintetizar, ni espíritu crítico, ni posibilidad de razonar: No tiene posibilidad de concentración. Razonan a partir de la imagen, de la vibración, de la impresión, del sentimiento, de la solicitación de los sentidos. A tono con la cultura desacralizada que carece de valores y su articulación religiosa. No tienen nada para hacer del caos cosmos. Caminamos y no sabemos a dónde vamos, pero eso si, caminamos. ¿Cómo dialogar con este tipo de cultura? Un connato de respuesta la esbozamos en el blog anterior. Pero hay otra pregunta, ¿nuestros jóvenes mexicanos participan de lo negativo de esta cultura europea?
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