jueves, 13 de octubre de 2011

¿Por qué no liberalizar la droga?

A veces no se sabe por qué, se piensa que así se evitaría el crimen organizado.  O se trata simplemente de no querer seguir luchando contra ella, o se pretende crear una subclase de seres a nivel infrahumano, o no se reflexiona que la drogadicción no depende de la droga sino de lo que lleva a una persona a drogarse, por ejemplo a la falta de empleos, al incremento del problema sanitario; o al olvido de que cada quien tiene la obligación de responderse a los interrogantes esenciales de su existencia y no refugiarse en la huída a la droga. La raíz estriba por tanto también  en la debilidad del sistema educativo.
Liberalizar la droga llevaría a su legalidad lo que generaría una gran confusión. En efecto, se admite fácilmente que lo que es legal es normal y lo que es normal es moral. Así, legalizándola se convalidan las razones para consumirla. Efectos de esta legalización serían mayor criminalidad, accidentes mayores de tránsito, pérdida de empleos, incremento del problema sanitario, negligencia del bien común: pues el Estado se abre a la destrucción del joven, violando el principio de equidad y  subsidiariedad, ya que no se atiende a quienes no han llegado a la madurez de criterio para abstenerse de la droga. Ya lo dijo el Papa: LA DROGA NO SE VENCE CON LA DROGA.  La política acertada sería la de prevención encaminada a construir o reconstruir una cultura de la vida y de la dignidad de la persona humana.

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